PANCREATITIS
El páncreas realiza una función tanto endocrina (hormonal) como exocrina (no hormonal), mediante esta última libera secreciones al duodeno que principalmente son potentes enzimas como proteasas, lipasas y amilasas, por lo que degradarán proteínas, grasas e hidratos de carbono.
Por otra parte, el páncreas secreta también bicarbonato sódico para neutralizar el contenido gástrico que entrará al duodeno.
La pancreatitis consiste en la inflamación del páncreas con edema, hemorragia y necrosis, lo que puede dar lugar a fibrosis, estenosis y calcificaciones.
Pueden ocurrir dos tipos de pancreatitis: la aguda y la crónica. La primera de ellas ocurre cuando se obstruye el flujo de los conductos pancreáticos y las enzimas digestivas van desde el conducto pancreático hasta el tejido que se encuentra alrededor. Esto lleva a una autodestrucción del páncreas que dará lugar a edema, hemorragia y necrosis suya y del tejido que lo rodea. Todo ello puede derivar en anomalías bioquímicas que interrumpirán la función cardiovascular, renal, metabólica y digestiva.
La pancreatitis puede ser consecuencia de diversas situaciones entre las que se encuentran cálculos biliares, alcoholismo, manipulación quirúrgica, traumatismos abdominales, agentes infecciosos como bacterias o virus y algunas reacciones alérgicas.
En la mayoría de los casos el paciente con pancreatitis aguda sólo necesita una hospitalización breve y no tiene secuelas a largo plazo.
La pancreatitis puede dar lugar a complicaciones como abscesos pancreáticos, hemorragias, seudoquistes pancreáticos o hipoglucemia transitoria.
Existen oras complicaciones más peligrosas y con un elevado riesgo de muerte como son la insuficiencia renal, pancreatitis hemorrágica, septicemia, síndrome de dificultad respiratoria aguda, shock y coagulación intravascular diseminada.
Por otra parte tenemos la pancreatitis crónica, la cual tiene como característica el grado variable de insuficiencia pancreática, por lo que el paciente presentará menor producción enzimática de lo normal y a su vez de bicarbonato, con lo que no absorberá bien ni las proteínas i las grasas, esto último llevará en el intestino a una estimulación de agua y electrolitos que provocará al paciente diarrea. Todo ello derivará en gases, mayor número de deposición de grasas (esteatorrea) y calambres abdominales.
Una enfermedad que deriva de la pancreatitis crónica es la diabetes mellitus por la lesión de las células beta que producirán insulina.
Las complicaciones de este tipo de pancreatitis son el dolor crónico, mal digestión, seudoquistes y hemorragia.
Por último, entre las diferentes pruebas diagnósticas que pueden realizarse para detectar en el paciente uno de los dos tipos de pancreatitis encontramos un análisis de los niveles de amilasa, sérica, lipasa sérica, glucemia, potasio, calcio, magnesio y creatinina séricos.
La realización de un hemograma para valorar el estado de los leucocitos, los polimorfonucleares o el hematocrito. También el análisis de orina para detectar glucosuria, amilasa o simplemente valorar la densidad, ya que a mayor densidad habrá una mayor deshidratación. Y por último también podrán realizarse al paciente radiografías abdominales, ecografía, colangiopancreatografía por resonancia magnética.
Escogí este libro ya que era el que mejor explicaba de lo que yo quería hablar, que era el funcionamiento del páncreas, explicarlo brevemente y a su vez en qué consiste la pancreatitis tanto aguda como crónica y las diversas pruebas diagnósticas que pueden realizarse para detectarlas, puesto que los diferentes diagnósticos, objetivos (NOC) e intervenciones (NIC) ya las expliqué en el resumen de las prácticas del día 6 de octubre.
Bibliografía:
Pamela L. Swearingen. Manual de ENFERMERÍA MÉDICO- QUIRÚRGICA. Intervenciones Enfermeras y Tratamientos Interdisciplinarios.6º ed. Mosby. Barcelona: Elsevier; 2008.
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