PRINCIPIOS DEL
CUIDADO DE LAS HERIDAS
La enfermería juega un importante papel en el cuidado de las
heridas, pero siempre que realicemos una cura deberemos tener en cuenta a cada
persona y las circunstancias en las que la herida ocurrió.
Los pasos a seguir en el cuidado de una herida son:
1.
Control de la hemorragia.
Lo primero que deberemos hacer será aplicar una presión
directa y firme sobre el punto sangrante durante unos 10 minutos sin levantar,
con ello pretendemos formar un coágulo eficaz. Cambiaremos el apósito cuando se
empape tantas veces como esa herida necesite, y lo haremos siempre colocando el
siguiente apósito encima del primero y una vez así retiraremos éste.
2. Limpieza
de la herida.
Esto servirá por un lado para eliminar materia orgánica,
cuerpos extraños y disminuir gérmenes en la herida y por otro lado podremos con
ello valorar el estado de la herida.
Nos podemos encontrar con una herida abierta o cerrada:
2.1. Limpieza
perilesional.
Este tipo de limpieza se usará tanto para la superficie de
una herida abierta (zona perilesional), como para los bordes de una cerrada. En
ella se usarán torundas empapadas en suero fisiológico, con la punta de la
pinza hacia abajo. Se limpiarán primero los bordes y después de forma
centrífuga se limpiará una zona amplia de alrededor. Esto debe de realizarse
siempre hacia fuera de la herida, ya que lo que pretendemos es quitar los
restos de materia orgánica y los gérmenes, y no introducirlos. Seguidamente se
repetirá el mecanismo con un antiséptico, y por último secaremos los bordes con
gasas.
2.2.
Limpieza de la herida propiamente dicha.
Esta limpieza la usaremos para el interior de la herida
abierta. Se comienza aplicando a la herida un chorro de solución salina con una
jeringa de 20 cc o 50 cc. No usaremos antisépticos porque retrasaría la
cicatrización, a menos que observemos una herida con signos de infección, en
cuyo caso usaríamos antisépticos diluidos pero posteriormente lavaríamos la
herida con suero fisiológico.
Lo siguiente que haremos será quitar de la superficie
cuerpos extraños con unas pinzas, y posteriormente explorar zonas más profundas
buscando tejidos desvitalizados o necróticos. Mientras tanto valoraremos la
respuesta del paciente a lo que estamos haciendo para comprobar si hay alguna
lesión en tendones, nervios o vasos sanguíneos. Limpiaremos con movimientos
suaves desde dentro hacia fuera, de la parte menos contaminada a la más
contaminada. Con los lavados retiraremos posibles costras que se hayan formado
en los bordes, puesto que favorecen la formación de una cicatriz mayor.
He escogido este libro porque de los que he encontrado es el
que explica de forma más clara y sencilla las partes del procedimiento del
cuidado de las heridas. Me gusta a su vez que mencione lo primero de todo,
antes de explicar nada más, que por mucha importancia que el profesional de
enfermería tenga en este tipo de cuidados, siempre tenemos que hacerlo desde
una visión holística del paciente.
Bibliografía:
Bibliografía:
Lourdes Chocarro González, Carmen Venturini Medina. Procedimientos y Cuidados en Enfermería
Médico- Quirúrgica. Barcelona: Elsevier; 2006.
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