domingo, 18 de octubre de 2015

Búsquedas Esther Bernalte

BIBLIOGRAFÍA 5.
PRINCIPIOS DEL CUIDADO DE LAS HERIDAS
La enfermería juega un importante papel en el cuidado de las heridas, pero siempre que realicemos una cura deberemos tener en cuenta a cada persona y las circunstancias en las que la herida ocurrió.
Los pasos a seguir en el cuidado de una herida son:
1. Control de la hemorragia.
Lo primero que deberemos hacer será aplicar una presión directa y firme sobre el punto sangrante durante unos 10 minutos sin levantar, con ello pretendemos formar un coágulo eficaz. Cambiaremos el apósito cuando se empape tantas veces como esa herida necesite, y lo haremos siempre colocando el siguiente apósito encima del primero y una vez así retiraremos éste.
2. Limpieza de la herida.
Esto servirá por un lado para eliminar materia orgánica, cuerpos extraños y disminuir gérmenes en la herida y por otro lado podremos con ello valorar el estado de la herida.
Nos podemos encontrar con una herida abierta o cerrada:
2.1. Limpieza perilesional.
Este tipo de limpieza se usará tanto para la superficie de una herida abierta (zona perilesional), como para los bordes de una cerrada. En ella se usarán torundas empapadas en suero fisiológico, con la punta de la pinza hacia abajo. Se limpiarán primero los bordes y después de forma centrífuga se limpiará una zona amplia de alrededor. Esto debe de realizarse siempre hacia fuera de la herida, ya que lo que pretendemos es quitar los restos de materia orgánica y los gérmenes, y no introducirlos. Seguidamente se repetirá el mecanismo con un antiséptico, y por último secaremos los bordes con gasas.
2.2. Limpieza de la herida propiamente dicha.
Esta limpieza la usaremos para el interior de la herida abierta. Se comienza aplicando a la herida un chorro de solución salina con una jeringa de 20 cc o 50 cc. No usaremos antisépticos porque retrasaría la cicatrización, a menos que observemos una herida con signos de infección, en cuyo caso usaríamos antisépticos diluidos pero posteriormente lavaríamos la herida con suero fisiológico.
Lo siguiente que haremos será quitar de la superficie cuerpos extraños con unas pinzas, y posteriormente explorar zonas más profundas buscando tejidos desvitalizados o necróticos. Mientras tanto valoraremos la respuesta del paciente a lo que estamos haciendo para comprobar si hay alguna lesión en tendones, nervios o vasos sanguíneos. Limpiaremos con movimientos suaves desde dentro hacia fuera, de la parte menos contaminada a la más contaminada. Con los lavados retiraremos posibles costras que se hayan formado en los bordes, puesto que favorecen la formación de una cicatriz mayor.
He escogido este libro porque de los que he encontrado es el que explica de forma más clara y sencilla las partes del procedimiento del cuidado de las heridas. Me gusta a su vez que mencione lo primero de todo, antes de explicar nada más, que por mucha importancia que el profesional de enfermería tenga en este tipo de cuidados, siempre tenemos que hacerlo desde una visión holística del paciente.

Bibliografía:
Lourdes Chocarro González, Carmen Venturini Medina. Procedimientos y Cuidados en Enfermería Médico- Quirúrgica. Barcelona: Elsevier; 2006.

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